Music to your ears

sábado, 6 de diciembre de 2008

Tras muchas idas y venidas, y todas esas cosas, me he acordado de que tenía un blog, el cual no utilizaba hace la tira.
Como son tiempos difíciles y duros, se me olvidan cosas menos importantes, pero cuando otras cosas duras y difíciles te golpean, te acuerdas que había un sitio donde solías escribir esas cosas.
Como no tenía otra cosa mejor que hacer, me he dedicado a hacer mi top 15 de mis canciones tristes, al ver que la mayoría no me coincide con las listas de Internet.

1. River Flows In You (Yiruma)
2. Iris (Goo Goo Dolls)
3. When You Look Me In The Eyes (Nick Jonas, Original Version)
4. Shape Of My Hear (Backstreet Boys)
5. Congratulations (Blue October)
6. Colorblind (Counting Crows)
7. Leave Out All The Rest (Linkin Park)
8. One Day (Trading Yesterday)
9. For You Only (Trading Yesterday)
10. Everything (Lifehouse)
11. Fields Of Gold (Eva Cassidy)
12. Drowning (Backstreet Boys)
13. Hear You Me (jimmy Eat World)
14. Far Away (Nickelback)
15. Come What May (Moulin Rouge OST)

Hi October...

martes, 30 de septiembre de 2008

Me encantaría seguir nadando, pero ya no se cómo.
A veces siento como si cayera en pleno océano...
Para esas olas que me hunden
Deja que el huracán se mueva a gran velocidad...

~Blue October

4:00 PM

viernes, 29 de agosto de 2008

Martes. Martes por la tarde. A las 4. Subo al autobús, pago y voy hacia la parte trasera de éste para sentarme junto a la ventanilla. Mi madre se sienta a mi lado, y descansa. Yo subo el volumen de mi iPod y apoyo mi cabeza contra el cristal.

Los paisajen pasan rápidamente. Semáforos en rojo, luego en ámbar, luego en verde, y el autobús vuelve a arrancar. Establecimientos cerrados. Gente que corre hacia la parada para no perder el bus. Gente que lleva esperando desde hace mucho más tiempo. Personas que charlan en el banco de un parque. El sol que abrasa la acera. El viento que no sopla.
Mientras tengo el oído y la vista ocupados, también me da por ocupar la cabeza. Por pensar como lo hago otras muchas veces.

¿Y si hay alguien exáctamente igual que yo en otro sitio? El mundo es tan grande, que puede haber a lo mejor 3 personas igual que yo. Otras personas que en ese mismo momento estén también en un autobús, escuchando música, más concretamente la misma canción, en el mismo compás. ¿Y sería demasiada casualidad que sintieran los mismo que yo en ese momento?

Censored

viernes, 1 de agosto de 2008

Es eso lo que añoro y echo de menos, lo que nunca he tenido.

See you very soon

jueves, 17 de julio de 2008

El olvido me derrite el cerebro y el recuerdo me congela.Cada día me añaden otro peso a la espalda y cada vez se me hace más difícil deshacerme de él.No quiero mirar a mi alrededor y encontrarme con la misma calle desierta de siempre, no quiero caminar entre la multitud y chocarme con personas invisibles.Ni que me atropelle la velocidad que lleva la vida.Quiero pisar el freno y parar, pero mi pie se hunde en el suelo y no responde.

I'm... back?

sábado, 12 de julio de 2008

A veces lo único que la apetece es colocarse los cascos y sentir como el ruido de las guitarras eléctricas la perforan los tímpanos; cómo los golpes de la batería retumban en su corazón.

Entonces mira al frente, mientras se acomoda en aquel banco de una de las calles más llena de la ciudad y ve a la gente pasar. Algunas van con prisas porque pierden el autobús, otras van al compás de la música, otras caminan alegres hablando con alguien que se encuentra al otro lado de la línea de teléfono o con la amiga que la acompaña al lado, otras pasean risueñas de la mano de su pareja, a la que miran embobadxs. Y es cuando se da cuenta que todo parece una película, en la que ella no ha conseguido ningún papel. Todos actúan acorde con su papel, ella solo mira detrás de la vitrina.

Luego, cuando el azul claro del cielo se tiñe de un tono más negro, y la vida de las calle va desvaneciendo, se levanta del banco y deambula por las calles, aun con la música en alto volumen aporreándola los oídos, intentando evadirse aún más de todo.

Y mientras camina por una de esas calles abandonada tanto de día como de noche, es cuando empieza a pensar. ¿Y si hubiera conseguido el papel en la película? Ella podría haber sido una de esas personas que caminan apresuradas a todas partes, con un móvil en la oreja o con mil y una bolsas en la mano esperando a que sumen más. Podría haber sido esa chica que cuenta entre risas lo mejor del día a su amiga. También podría haber sido esa chica que agarra la mano fuertemente de su acompañante, al que mira con admiración y sonriente…
Pero cómo iba a tener un papel en esa película si ni siquiera se presentó al casting, no hizo ningún esfuerzo.

Con este último pensamiento suele seguir caminando entre la penumbra, mete las manos en sus bolsillos y alza los hombros protegiéndose del ambiente. En su cara se dibuja entonces una mueca de dolor, y recorre las calles dejando caer agua salada.



NOT TODAY

jueves, 8 de mayo de 2008

Te sientas. Los miras. Observas desde todos los ángulos. Luego apartas la mirada y piensas. Se repite en todos lados, en todas las esquinas.
Te levantas. Te miras. Te observas desde todos los ángulos. Sigues mirándote y piensas. No hay nada.

Te sientas. Los miras. Obsevas desde todos los ángulos. Luego apartas la mirada y piensas. Luego bajas la cabeza, y dejas de pensar.

Io e te

lunes, 28 de abril de 2008

Vi un grafiti esta mañana, donde una bella mujer decía: 'Hay dos días en los cuales nunca pienso, ayer y mañana'.
(Tre metri sopra il cielo)
(¿Alguien sabe donde conseguir la segunda parte de la novela?)

Otra vez

jueves, 10 de abril de 2008

Hoy he vuelto a ver el cielo azul a pesar de las nubes que volaban sobre mí.
Hoy he oído ese tono a pesar del barullo que había entre la multitud.

Casi estaba olvidado y me lo han vuelto a recordar tan violentamente.
Hoy he comprendido que el cielo azul, solo se reduce a esas pupilas.

(Siento la confusión de la última entrada, gracias por los comentarios de todas formas. Ese texto simplemente, me lo inspiró esto)

Lo tienes, o lo quieres?

lunes, 7 de abril de 2008

Dice que no tiene tiempo ahora mismo, que está demasiado ocupado.Dice que dentro de poco será el mismo de siempre conmigo, que se comportará de la misma manera.

Mientras que la tontería se pasa, camino solitariamente, intentando que también se pase la mía.Dice que no tiene tiempo ahora mismo, pero en realidad eso le quema por dentro.Sabe que sin mi no respira, no vive, no hace nada. Siempre me lo dice.Se quejas de que no me importa, y por eso es por lo que no tiene tiempo...
¿No tiene tiempo, o no quiere tener tiempo?
¿Es una de mis víctimas, o en realidad va de víctima?
¿Los días son monótonos, o intenta que sean así?
Si me abro, puede que quiera que entre, y no que me cierre la puerta...

Hoy alguien me dice...

jueves, 27 de marzo de 2008

Que falta muy, pero que muy poquito para el final ya...
Y si se termina, ¿existe la posibilidad de un 'continuará'?
Un final es un final y punto, pero no tiene por qué terminarse todo lo que ese final engloba ¿no?

¿Quién ocupará el sitio entonces, que tú has ocupado todo un año en mi pupitre de al lado?
¿Y cuando me gire? ¿Me encontraré a las mismas personas que me hacían sonreír?
¿Y si escucho esa voz la reconoceré como la de esa persona, que durante tantos años ha conseguido hacerme reír con su buen humor?

Llegará un punto en la vida, no muy lejano, que las risas se ahogen en mi garganta, que la vista se me nuble al no ver el paisaje que he contemplado durante 13 años en mi vida. Tendré que contemplar otro, pero es tan dificil enfrentarse al olvido...

Memoria

miércoles, 19 de marzo de 2008

Un recopilatorio de todo lo vivido. Los momentos felices que ocupen los primeros puestos de las fotos que observemos, los malos que no tengamos ni siquiera tiempo para poder verlos.
Las imágenes que no pasen rápidamente, y que mientras suena esa clásica canción, todo se te haga más real. En una, ambos cogidos de la mano; en otra, ese paseo que se dio hace ya tanto tiempo...

Llegar al final del album e intentar olvidar la hipocresía de las últimas fotos. Odiar lo que se pretendió ser, y simplemente echar a correr. Y correr, y correr. Sin saber donde llegar. Simplemente teniendo la esperanza de encontrarlo. Que los árboles te pasen zumbando a tu lado, que el camino de tierra se vaya haciendo cada vez más silvestre a medida que avances.

Con la seguridad de pararte luego en seco, y ver que lo has encontrado... de nuevo.

A palabras necias...

viernes, 14 de marzo de 2008

En realidad eso es algo que se ha de aguantar siempre. Aprendí a tragar y a digerir.
Prometí que lo haría, y tengo que hacerlo.
A veces es tan duro que me gustaría quedarme sorda durante unos momentos, ver las caras de las personas y tener como único enigma a resolver, el tema que se está tratando. Ver el disfrute a ciegas.
A veces quiero verla reir por algo que a mi no me hace llorar.
A veces lo único que quiero es tomar cartas en el asunto, pero me resigno y sigo tragando, y digiriendo.
Y tragaré siempre que pueda, hasta que llegue el momento en el que vomite todo, y mi yo, no pueda aguantar más la situación.
A mi que me cierren todo, que a veces no quiero ni oir, ni ver, ni hablar.
No me queda otra que aguantar...

Dame el costurero

lunes, 10 de marzo de 2008

No se puede arreglar lo que se rompió hirbanándolo de mala manera.
Es necesario cojer la aguja y coserlo bien.
Pero le queda mucho a esto por romperse, será mejor que siempre lleve conmigo la aguja por si acaso...

De esto que no falte, no

lunes, 3 de marzo de 2008

Hoy no hay ni texto sentimental ni pensamientos sacados de lo más dentro del cuerpo, no. Hoy toca lo que se dice un buen desahogo.
Tras una buena semanita de exámenes, estudiando en una habitación, entre cuatro paredes, y solo viendo la luz del sol cuando el examen era lo suficientemente corto como para permitirme salir a la calle; el primer golpe tuvo lugar un domingo. Sí, como guinda del pastel, vamos.
Subo al autobús, que ultimamente están todo sumamente llenos por la huelga de autobuses esta, pues nada, solo eran 4 paradas las mías, y me coloqué justo a la salida. Cuando solo me faltaban 2 paradas para bajarme, entra una jovencita con, lo que se dice las ideas muy claras, y ahí, imponiendo como si estuviera en su casa.
- ¡Es que de verdad, hay sitio suficiente en la parte de atrás del autobús! ¡Pasen para atrás y dejen la parte de delante libre que no se puede pasar!
Muy bien, cada uno estaba a su bola (nota importante: yo estaba casi en la parte del final, pero casi al principio)
- Ni caso vamos, me parece increíble.

A lo que yo me pregunto, que qué hace una viajera como todos los demás, subiéndose a un autobús para imponer orden vamos. Quiere que la gente la haga caso, pues que se coja el megáfono, o simplemente 'ajo y agua' y te pasas atrás tú solita, y mira, tienes más hueco para estar a tus anchas vamos, que ahí no tienes a nadie ni que te agarre ni te empuje. Pero al autobús, con los humitos rebajados y tranquilita, que no es tuyo; por favor y gracias.

Como preludio para lo bien que me va a ir esta semanita; hoy ha tocado más entrega de exámenes, yo mira que ya me sabía las notas que me iba a sacar porque soy muy previsible (para mí misma) en estos asuntos. Nuestra querida Mª Patata (a.k.a. 'Padre'), me entrega el querido examen de religión con un gran 3 escrito en la parte posterior. Exijo respuestas y explicaciones para intentar mejorar en la siguiente evaluación. Pero no, como la profe tiene un mal día, pues toca pagarlo con 1º, ahí, de mal humor. Ni explicaciones razonadas sobre mis supuestas erróneas respuestas, ni nada, aquí nos lavamos las manos. Que tienes el examen lleno de palabras, no me apetece leerlo, te pongo todo mal y vas con una a junio, que le caes bien, ¡uy! has tenido suerte y a lo mejor te lo corrige; que ya eres uno de los ojitos derechos del cole, ten por sentado que tienes más de un siete. Como punto final, la entrada triunfal del espejito que nos ayuda a estar guapos en clase, pero no, no en clase de religión, lo que ha provocado una masiva bajada de puntos en toda la clase. Efectivamente de un 3, a un 2.
Y ahora es cuando digo, como me gusta estudiar día a día, para no obtener nada.

El juego de la vida

sábado, 1 de marzo de 2008


Me he acordado que en este juego las reglas han sido establecidas hace ya mucho tiempo. Que al final siempre perdemos todos, pero gana quien más vicotrias haya acumulado durante todo su recorrido.
No soy buena perdedora, pues llevo más derrotas acumuladas que partidas ganadas, y aún mi equipo no se acostumbra.
Estoy cansada de avanzar 10 casillas y que, una y otra vez me coman, para volver a retroceder y contar de nuevo.
A veces intento aliarme con los miembros de otro equipo, pero en cuanto ven la salida clara hacia el triunfo, me vuelven a dejar atrás, a manos de mi caída.
¿Mi meta? ¿Hay meta? ¿Tenemos meta?
Me conformo con que mi meta sea superar esos baches, y no tener que pasar millones de veces por el mismo camino sin que me engullan de nuevo.
¿Mi meta? No hay meta...
Audio.

Quiero dormir, buenas noches.

martes, 26 de febrero de 2008

Esta noche el manto de algodón ha desarropado al cielo, y ha dejado que mires una vez más sus sábanas estrelladas, sobre ese oscuro colchón donde te sueles tumbar cuando el suelo no te reconforta.
Ha descartado la posibilidad de que la humedad se desborde y empape tanto ese manto, que caiga repentinamente.
Ha impedido que la furia acumulada estalle dentro de tí, mientras intentas cerrar los ojos.
Pero caprichosa tú, has decidido volver a arroparte con ese manto, lleno de recuerdos absorvidos de tí, sentimientos y experiencias que han hecho derrumbarte otra vez, y ha estallado en el cielo una mezcla de furia y llantina.
Por eso el cielo se ha enfadado contigo, y ya no te deja dormir con él.

No, ¿No qué?

miércoles, 20 de febrero de 2008


Creo que el aire ya se ha cansado de oir tus lamentos sin sentido. Ignora cada respiración que das por él, porque el mismo cielo ha perdido la cuenta de cuántos suspiros han sido.
Las almohadas sobre las que solías llorar ya no se empapan, porque han sido innumerables las veces que has estropeado sus tejidos.
El papel sobre el que solías escribir estas líneas, se ha negado a ser escrito por tus clásicas palabras, y no quieren sentir el mismo sufrimiento que les has hecho pasar todo este tiempo.
Las personas con las que solías compartir tus sentimientos te han cerrado las puertas, porque ellas necesitan a otra gente que también les atienda.
El mundo entero se ha levantado y ya no está a tus pies, se ha parado y no quiere seguir girando en torno a tí.
Pero a pesar de que has hecho demasiado daño, aun sigues lamentándote por lo que hace tiempo dejó de existir para tí.
Porque quieres seguir recordando el olvidar su olvido; que a lo que diste la mano en un pasado, en un presente la sueltas, y en un futuro ya no sentirás su picor.
Y sabes que el aire, tus pulmones y el mundo te volverán a sonreír si les sonríes a ellos.

No mires ahora, luego te lo enseño...

martes, 12 de febrero de 2008

Puedo tirarme las horas muertas mirando al vacío. Dejando que todo lo que debería escuchar se convierta en un murmullo de palabras. Agobiándome por la cantidad de recuerdos que no quiero recordar.
No se puede hacer nada en contra del destino. No se puede hacer nada si al mínimo movimiento puedes destrozar lo que te ha costado forjar durante tanto tiempo.
Ni siquiera sé qué sentir.
No se al punto que he de mirar para que el vacío al que miro, se transforme en oscuridad ante mis ojos y me nuble completamente todo.
Quizá debería reírme por todos los acontecimientos. Contentarme por lo que ya sabía que iba a pasar. Puede que me haya quitado la venda demasiado tarde, o puede que el nudo que la ataba no se haya deshecho hasta ahora. Me lo deberían haber quitado antes. Me tenían que haber advertido de que en el momento en el que me lo quitaran, la claridad idealizada se transformaría en oscuridad. En nada.
Puede incluso que yo misma prefiera vivir con una venda, pero ya no encuentro el pañuelo con el que me tapaba.

Aunque no necesito que nadie me la quite, si no es necesario, me conformo simplemente con que me guíen

Sé el final de esta historia.

lunes, 11 de febrero de 2008

Sé perfectamente cómo termina esta historia.
Ni siquiera me acuerdo de la forma en la que empezó. Solo puedo revivir los acontecimientos que estoy viviendo ahora, y retenerlos unos minutos en mi mente, porque lo que revivo, ya forma parte del pasado, y ya no pertenecen a mis pensamientos.
No es un final feliz. Es un final como otro cualquiera.
Si tú ganas, yo pierdo. Si tú pierdes, yo gano. Si alguien gana, algo se rompe.
Es tan inmensa la historia, que a duras penas cabe en mi cabeza. No alcanza a cubrir esas viejas heridas que seguían abiertas y olvidadas.
O puede que sí. Puede que sea lo suficientemente grande como para caber en mi pensamiento, para hacerme razonar; capaz de pulsar ese botoncito que active la máquina de mi tristeza.
Pero yo ya me ahogo en el mismo aire en el que vivo y respiro, no me quedan lágrimas para inundarme en ellas, porque las he gastado todas en asuntos tan repetitivos que no me quedan más recambios.

Mentí. Esta historia es la clásica historia. Sé su final porque todos los finales son así.
Porque tú ganas y yo pierdo.

Imagine...

viernes, 8 de febrero de 2008

No quiero mirar al cielo y que el sol me deslumbre como si fuera totalmente insensible. Quiero mirar al cielo y que me invadan mil sensaciones distintas cuando veo la estrella del día brillar, cuando miro el azul que rodea todo el techo, o cuando veo ese algodón flotar en el aire. Quiero que cuando elevo la cabeza para ver a la ciudad que me observa desde arriba, esas mil sensaciones llamen a mil recuerdos, y me hagan sentir de nuevo lo que sentí entonces, respirar el aire que huele a aquel día.

Quiero, que si las nubes de algodón se reúnen entre ellas para un coloquio más oscuro y triste, sentir sobre mí cómo lloran, su tristeza, y que la suya me recuerde a la mía. Empaparme de emociones, y cuando sean tantas las que me llenan qu se confunda la pena con el frío; volver a sentir ese agua cálido que sale del grifo y que imita al de esas nubes. Ver como se empaña el cristal a mi lado, nublándome la vista que podría tener. Dejar que la cascada de agua caliente caiga por mi espalda, mientras fuera, la misma canción suena una y otra vez.

Quiero cerrar los ojos y soñar, desencadenarme de mi propia imaginación y ver imágenes y secuencias en la pantalla que forman mis oscuros párpados, deleitarme con eso; un simple sueño.
Los sueños son estúpidos. Soñar es una estupidez. Incluso si lo que se sueña está tan cerca que lo tocas con la palma de la mano. Tan cerca que incluso lo miras, y lo vuelves a mirar. Por eso quizá yo soy una estúpida. Pero a lo mejor me gusta ser estúpida, porque me gusta soñar. Porque me gusta imaginarme 'cómo sería mi vida si...'

Lo que no tenemos es lo que anhelamos. El no ser propietarios de algo nos lleva a los sueños, a ser propietarios de eso de una forma ficticia. De crearnos nuestra propia felicidad.

White&Black

lunes, 4 de febrero de 2008


Porque hoy es uno de esos días de los que llegas de clase, y cuando pisas el suelo de tu propia clase, la lección se te ha olvidado. Hoy es de esos días que tienes demasiadas cosas en la cabeza, como si las hubieran introducido todas a la vez, y no tuvieran demasiado tiempo para moverse; como para pararte a pensar en las cosas que has aprendido. Me falta tiempo para recapacitar sobre esas cosas. Para analizarlas una por una, y determinar su existencia. Para adivinar por qué aún siguen en mi cabeza y no las he terado como quien tira un papelito de aluminio.
Puede que sean cosas demasiado importantes para mí, pero, qué importacia pueden tener si no me dejan hacer otras cosas. Si ocupan demasiado espacio y tiempo. Algo que ocupa demasiado espacio y tiempo no puede ser bueno, no puede ayudarte en nada, porque te quita otras muchas cosas.
Puede que a veces esté tan distraída que ni siquiera tengo tiempo para pensar en nada. Demasiado ocupada, que lo único que hago es llenar mi cabeza de un color totalmente neutro y no pensar en nada. Concentrarme en ese color que no dice nada, no enseña nada, nada.

Kick the floor

lunes, 28 de enero de 2008

Nunca te acuestas sin saber nada nuevo. Sin vivir algo más. Pensamos que cada día es igual que el anterior, pero incluso siendo monótona nuestra vida, todos los días pasa algo. Bien nos aburrimos más, bien una llamada telefónica, bien los clásicos bombazos (más conocidos como cotilleos) que hacen que abras los ojos hasta que estos se salgan de sus órbitas y no pares de repetir una y otra vez: '¡Qué fuerte, qué fuerte, qué fuerte!'
Cada uno de estos elementos cotidianos hacen el día a día. Hacen mi día a día. Algunos elementos son más agradables que otros, algunos me hacen sentir bien. Otros me hacen darme cuenta de que he vuelto a tocar fondo, de que esta vez la cantidad de agua es demasiada como para superarla de golpe. Que es tanto el peso que tengo encima que me va a costar quitármelo y salir a flote de nuevo. Son tantas veces las que he sentido tener el agua al cuello que cada vez me he ido haciendo más insensible a estos asuntos. Tanto incluso que a día de hoy, mi mente me dice: 'Es imposible, no puede ser', y entre risas me replico yo misma: 'Has vuelto a tocar fondo de nuevo...'
Tantas son las cosas que se me acumulan encima que no aguanto el preocuparme por todo. El sentirme afectada a cierto trato, a ciertas personas, incluso tan lejanas. No no me gusta que me traten con la indiferencia con la que yo jamás las he tratado. Como si todas esas charlas amenas se reduzcan a un 'Ola, qué tal?'.
Como si las veces que he dicho esas palabras de ánimo no hubieran existido.
No solo tú sufres, los demás también. Yo también. Y no todos los malos días te atacan a tí. A mi también, y tu actitud indiferente no ayuda.
Me gustaría pasar, pero no soy capaz. Debería pasar, pero quizá soy demasiado tonta...

No me quedan más lágrimas por derramar por ahora, solo me queda expresar todo mediante risas de reproche. No me queda ni una pizca de coherencia en la cabeza. Todo me resulta extrañamente enrevesado, como vivir en un sitio donde todas las acciones van en cadena.
Lo que definitivamente no me quedan son palabras para expresar mis propias palabras.

Today...

lunes, 21 de enero de 2008

Hoy para mí no es un día normal.
Estoy irritada, irritada y harta muy harta.
Estoy incluso demasiado enfadada como para ponerme a pensar en los posibles sentimientos ocultos que tengo debajo de la piel.
No, ahora mismo no me sale absolutamente nada, ni poético, ni sentimental ni ninguna de esas cosas. Se suele decir que la música más dulce llega a amansar a las fieras; pues bien, yo creo que no. A mi no me termina de amansar ninguna canción lenta. Tampoco soy una fiera, simplemente tengo mis días. Mis buenos y mis malos.
Los buenos son buenos, simple y llanamente, sin llegar a la perfección.
O buenos simplemente podría llamar a los días en los que alguna de mis amigas me consigue arrancar alguna sonrisa de corazón, o sencillamente con una corta frase me hace darme cuenta de que no soy tan mala como yo piense (no me refiero a mala de pensamiento).
Los días malos los tengo de dos tipos: los clásicos días en los que para mí solo existen canciones lentas, lágrimas, una hoja de papel y un lápiz y mi pensamiento.
Los otros son los que surgen cuando te pinchan, y explotas. Pero porque no puedes más, porque, no es que lo que me rodea haya dado de sí la goma ( o en este caso a mi misma), no. Creo que ni siquiera tengo de eso. No. No tengo aguante; es algo que he aprendido a controlar y no hacer que dispare en el momento menos pensado. Pero cuando aprietan el gatillo inocentemente sale la bala y yo no me hago cargo.
Uno de esos días es el que me acompaña hoy, y como el que posiblemente me acompañe durante el resto de la semana. Sí. Me parece que no es una buena semana para ninguno, por lo que he podido hojear en diversos sitios de internet y esas cosas. Yo que tenía la esperanza de intentar saltarme los días de las semana como quien cruza un río plagado de cocodrilos, dando pequeños saltos sobre las rocas... Pues tampoco, parece que siempre está la puñetera persona que te empuja desde el anonimato.
El que me pase toda una tarde encerrada entre cuatro paredes, tampoco ayuda mucho la verdad.
Es lo que hay por hoy. No aguanto días como estos, simplemente no los aguanto, y me alegro un montón de tener un teclado y una pantalla ( o en su ausencia un papel y un bolígrafo) para escribir todo lo que sería demasiado para 'escupir' a una persona.

No happiness

lunes, 14 de enero de 2008

He debido de confundirme varias veces al hacer las cosas.
He debido de ser testaruda y no comprender a la primera todo lo que debía comprender.
Me he cansado de leer las clásicas historias de amor y compararlas con la realidad.
Me he dado un gran golpe cuando he descubierto de que algunas de esas historias son realmente ciertas.
Me he negado a salir a la calle para que lo que posiblemente vea, además de dañarme la vista me dañe el corazón.
Me he encerrado entre cuatro paredes y he dejado que mis esperanzas huyeran de mí, como si sintieran el mismo miedo que yo siento al ver el exterior. No quiero saber absolutamente nada que tenga que ver con la felicidad del ser humano. No creo en esas chorradas de las amplias sonrisas ni un mundo perfecto.
No existe la felicidad absoluta, nunca me han enseñado lo que es.
Nunca he notado correr por mis venas la adrenalina de semejante sentimiento. Yo soy de esas personas que prefieren ir con una máscara por la vida donde está dibujada esa sonrisa que yo no se pintar.

Aun así… Nunca me han dibujado una sonrisa de plena felicidad.

I don't know how to say..."Again"

domingo, 6 de enero de 2008

Hoy he dejado a mi mente volar durante un momento y no me ha gustado lo que he visto. He dejado que recorra rincones de mi memoria que me han dolido. He visto situaciones que se repiten constantemente, y un deseo incontrolable de superarlas al fin. Me he parado ante una puerta y he leído el cartel de Fuera de servicio. He dado por hecho que partes de mi me mente se han cansado de pensar siempre en lo mismo. Que han terminado mareadas de tanto darle vueltas a un mismo asunto, han vomitado, han enfermado y han terminado por no volver a funcionar.

Cuando mi mente ha vuelto en sí, la he prohibido volver a volar, y la he encadenado a mí. Pero la mente es muy traicionera, y un día de estos echará a volar de nuevo y me llevará a mi con ella. Veré con mis propios ojos mi dolor, las puertas que yo misma he cerrado y llegará un momento en el que no quiera ver nada más, y dejaré que mi mente me abandone y vuele ella sola.
Quizás sería lo más sensato. Dejar volar, y que esa ausencia llene mi cabeza del mismo vacío por el que mi mente vuela, para poder rehacer otra nueva.

Ahora no se si dejarme controlar por mi mente, o encadenarme al suelo para no avanzar jamás.